Por cada loro que tengamos en la misma jaula debe duplicarse los cm3 de la jaula al doble en todas las direcciones.
Siempre evitaremos el uso de jaulas galvanizadas, redondas o en cúpula. Ya que el galvano es tóxico y las jaulas con formas cilíndricas o esféricas provocan inseguridad y desorientación en el loro.
Ejemplos de jaulas para cotorras argentinas:
No hace falta gastar miles en una jaula como las de arriba. Con parantes de estanterías y malla sima se pueden hacer excelentes jaulas artesanales.
Los complementos y accesorios de la jaula son también importantes.
Bebedero: puede ser un cuenco de acero inox o cerámica, este formato es a mi gusto demasiado sucio ya que el loro tira toda la comida adentro, lo usan de inodoro y encima se bañan en él. Si elegimos esta opción tendremos siempre que cambiar el agua sucia, limpiar el cuenco y colocar agua fresca y limpia.
Los de bolita son mi mejor opción. El loro no los ensucia, se mantienen limpio por más tiempo y necesitan menos cambios, además podremos poner antibióticos o complejos vitamínicos.
Comederos: tendremos dos, uno para los alimentos húmedos y otro para alimento seco (semillas, pasta de huevo y/o balanceado) pueden ser de acero inoxidable o de cerámica.
Bañera: proporcionaremos, si la jaula es lo suficiente amplia, un cuenco o plato suficientemente grande para que el loro se bañe. Luego del baño, quitaremos el recipiente limpiaremos y volveremos a utilizar cuando sea necesario.
Perchas: Deberán ser de madera natural, pino o eucaliptus, higienizadas y secadas al sol. Pueden ser de la plaza o la calle, evitando árboles con pesticidas y/o productos químicos.
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